sábado, 25 de abril de 2015

ATENCIÓN TEMPRANA A JÓVENES CON EPISODIOS PSICÓTICOS

“El estigma y el fantasma de la cronicidad son los principales temores que tienen los jóvenes que acaban de atravesar un primer episodio psicótico y comienzan el tratamiento”. Así explica Alba María González, enfermera especialista en Salud Mental de la Unidad de Atención Temprana (UAT) para jóvenes con primeros episodios psicóticos de Alcalá de Henares, cuáles son los miedos que surgen entre los pacientes que llegan por primera vez a la consulta. Aun así, reconoce que cada persona cuenta con unas expectativas diferentes debido a sus experiencias previas y su propia vivencia de la crisis. Para luchar contra estos temores y ayudar a los pacientes a superar estas crisis, en esta unidad, inaugurada hace poco más de seis meses, trabaja un equipo multidisciplinar, compuesto por, además de la enfermera, una trabajadora social, dos psicólogas clínicas, dos psiquiatras y una auxiliar administrativa.

Una vez que los pacientes, jóvenes entre 16 a 25 años que acaban de atravesar un primer episodio psicótico, son derivados a la unidad comienza su periodo de evaluación, que dura unas cuatro semanas. “Consideramos que este momento, en el que acaban de pasar por una crisis vital tan importante y, por lo tanto, se encuentran en un punto de máxima vulnerabilidad, es el más adecuado para intervenir, ayudándoles a ellos y a sus familias a entender lo que les ha sucedido y cómo pueden afrontarlo”, explica González.

El principal objetivo de la UAT puesta en marcha por la Fundación Manantial y la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid es la prevención. “Nuestra intención es que crisis como las que se producen a nivel personal en la psicosis no se transformen en un trastorno mental grave y para esto lo más importante es reducir al máximo el tiempo de psicosis sin tratar”, apunta.

Cuidado holístico
Desde la enfermería, González es la responsable del cuidado holístico de la persona, prestando atención tanto a su salud física como mental. “Soy el profesional de referencia de una parte de los pacientes, es decir, me encargo de acompañarlos en todo su recorrido dentro y fuera de la Unidad, dando continuidad al proceso terapéutico y tratando de darles una visión integral y realista de sí mismos”, resalta la enfermera.
Una vez a la semana, González mantiene sesiones individuales con cada joven. “Además de tenerlos en mente y estar pendiente de su evolución durante el resto del tiempo, esto me permite aglutinar toda la información relativa al paciente, tanto lo que ocurre dentro de la unidad como fuera de ella”, destaca la enfermera, que también realiza funciones de acompañamiento terapéutico en el entorno comunitario.
Aunque el tratamiento está planteado para un máximo de dos años, se analiza caso a caso y el alta puede producirse antes o después. Cada persona tiene un plan individualizado en el que se especifican los objetivos del tratamiento y los espacios terapéuticos que le van a ayudar. “En ocasiones, nuestros pacientes mantienen estudios y/o trabajo, por lo que el plan de tratamiento se tiene que adaptar a las necesidades de cada uno”, afirma González.
Además de con los jóvenes, una pieza fundamental del tratamiento de la unidad es el trabajo con las familias, que deben estar muy involucradas durante todo el proceso.
Varias salas
Diferentes salas con ordenadores, instrumentos musicales, sofás, una mesa de ping-pong y una videoconsola son algunos de los espacios que hay en la unidad en los que se realizan las reuniones tanto individuales como grupales o familiares. En total, los pacientes tienen dos o tres actividades grupales cada día, una sesión de psicoterapia individual y otra con su profesional de referencia semanalmente, y una sesión de terapia familiar cada 15 días.
Debido a que la unidad lleva poco más de seis meses en funcionamiento, la enfermera considera que es pronto para saber cuáles son las sensaciones de los pacientes, pero recalca que lo primero que les llama la atención es la decoración juvenil, los espacios amplios y la cantidad de salas que existen con diferentes entretenimientos.
Dentro de las actividades grupales, destacan los grupos de competencias y los psicoterapéuticos. En los primeros, los pacientes experimentan y exploran sus potencialidades y dificultades a través de contenidos elegidos por ellos y una experiencia compartida con los compañeros. “Soy responsable del grupo denominado ‘Taller de Salud’ en el cual se plantean diversas estrategias y dinámicas de trabajo grupal con el fin de favorecer el cambio en los conocimientos, las actitudes y las conductas de los participantes hacia estilos de vida saludables”, manifiesta González. Por otra parte, se realizan los grupos psicoterapéuticos en los que se trabajan aspectos personales de los jóvenes en torno a su forma de vincularse con los demás y el grupo multifamiliar en el que se reúnen pacientes, familiares y equipo para compartir experiencias en torno a la salud mental y a la convivencia en familia.

FUENTE: DIARIO ENFERMERO
AUTORA: 
ALBA MARÍA GONZÁLEZ
ENFERMERA ESPECIALISTA EN SALUD MENTAL 

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